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SIXTO PAZ PLAN COSMICO 1 |
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SIXTO PAZ PLAN COSMICO 1
LA ESTRUCTURA DEL COSMOS
CAPITULO 1
A través de nuestra experiencia de contacto hemos aprendido que existe una cosmogonía extraterrestre, un Plan Cósmico que nos narra cómo empezó todo. Ellos dicen, a grandes rasgos, que el Cosmos está dividido en tres grandes universos, uno contenido dentro del otro. El Universo Material, el Universo Mental y el Universo Espiritual. El Universo Material Vivimos en un Universo Material de siete dimensiones. En dicho universo, los seres humanos tenemos siete cuerpos para actuar en estas siete dimensiones. Aparte del Cuerpo Físico, denso, material, tenemos un Cuerpo Astral que es el cuerpo de las emociones, de los deseos, unido al cuerpo físico a través de un cordón umbilical de energía, llamado el Cordón de Plata. También nos hablan que hay un tercer vehículo que es el Ego Inferior, el carácter, la personalidad. Cuando una persona muere, muere su cuerpo físico. Lo normal es que al cabo de tres días muera su cuerpo astral y su ego inferior. Todos ellos mueren con uno, y el Ser pasa a la cuarta dimensión, al Mental Superior o al ego superior. Esto es que el ser humano es como un actor de una obra de teatro que terminada la obra, se quita el maquillaje, se quita el vestuario, deja atrás la escenografía, deja atrás el guión y sale a la calle como el actor que es y no como el personaje. Qué problema sería que terminada la obra, el actor se creyera el personaje que le tocó actuar y se confundiera con él. Dejamos al lado al personaje pero asumimos toda la experiencia acumulada en esa encarnación. Los extraterrestres hablan de las vidas sucesivas, de la reencarnación. Pero ellos no la explican como la plantean ciertas religiones orientales que dicen que una persona puede encarnar en un animal. No hay involución. Es como si a una persona le fuera mal en la secundaria o en la universidad, y lo devolvieran al jardín de infantes. Uno tendrá que repetir cuantas veces necesite el grado para pasar al nivel inmediatamente superior, más nunca será degradado de nivel. Ellos aseguran además, que el género es circunstancial. Que en algunas vidas somos hombres, en otras mujeres; vamos pasando por todas las experiencias humanas teniendo a los planetas como planos de evolución. Cuando ya nuestro nivel de evolución sea lo suficientemente elevado, no reencarnaremos en este planeta. Ellos dicen que los seres que vivimos en este mundo, en el planeta Tierra, somos seres de 3:3. Seres que estamos en una tercera dimensión física y en un tercer nivel de conciencia. El cuarto vehículo es el Mental Superior. Este es el cuerpo de las facultades síquicas, cuerpo de la intuición. Luego viene el vehículo del Alma que es la catedral del espíritu donde se acopian las experiencias de nuestras vidas anteriores, el maestro interno, el real ser de cada uno. Un vehículo más es el Espíritu que es la conciencia acumulada y finalmente el Cuerpo de la Esencia. Siete cuerpos para actuar en las siete dimensiones del universo material. Para activar la conciencia en cada uno de esos siete cuerpos, existen siete centros de energía, los llamados siete chakras que se estimulan a través de la respiración. Nosotros por medio de la respiración no solamente nos oxigenamos. También con ella nos cargamos de electrones, nos cargamos eléctricamente y esa energía de alguna manera se aloja en el sistema nervioso y emite luz. Esa luz al atravesar nuestro cuerpo, como una luz atravesando un prisma, forma una especie de arco iris de colores que no puede ser percibido a simple vista, sino con la mente. A simple vista lo que vemos es un halo. Eso es la cantidad de energía que una persona tiene. En la mañana más que en la tarde o en la noche. Pero la calidad de esa energía es lo que nosotros conocemos como El Aura. El aura es ese cuerpo bio-plasmático, cinturón electromagnético que todo ser humano tiene que forma una barrera inmunológica o campo de protección. Aprender a respirar es clave para ir activando estos centros que nos van a permitir desarrollar concientemente cada uno de estos siete vehículos. El Universo Mental Ahora, más allá de la Séptima Dimensión, como en la música, en una octava superior, hay un universo paralelo a este. Es el Universo Mental. Los seres que proceden de allí ya no son extraterrestres, ni terrestres, ni intraterrestes. Son Ultraterrestres. Lo que llamaríamos Angeles, Arcángeles, Tronos, Principados, Serafines, Querubines, todo este tipo de entidades pertenecen a este universo de octava, novena y décima dimensión. Son conocidos también bajo el nombre de "Helell" o "Resplandecientes". Seres de energía pura, mental, que habrían sido los responsables de las creaciones materiales. Sobre este punto, los Guías nos han enseñado que se han dado diversas creaciones en el Universo Material como parte de una "emanación" del Universo Mental o "Eternal", por cuanto en él, el tiempo, sencillamente, no existe. Dentro de las entidades mentales que moran en este Universo nos encontramos con los Padre Creadores responsables de la aparición de lo "Físico" en el Universo Material y los Guardianes del Destino, conocidos en el ámbito esotérico como "Los Señores del Karma", entidades que regulan el tránsito de aprendizaje de las esencias que viven en el plano material, creciendo en conocimiento y conciencia a lo largo de vidas sucesivas. El Universo Espiritual Más allá habría otro universo, entre la décimo primera y décimo segunda dimensión que ellos denominan el Universo Espiritual o Interno. Tres universos, uno contenido dentro de otro. Para comprender esto en su relación con la vida humana, por ejemplo, los primeros tres vehículos del hombre: el Cuerpo Físico, Astral y el Mental Inferior, constituyen el plano de la conciencia material y nos conectan con el universo material. El Cuerpo Mental Superior más el del Alma y el del Espíritu constituyen el plano de la conciencia mental y nos conectan con el universo mental. El séptimo vehículo, el de la Esencia, nos conecta con el tercer universo que es el espiritual. Por esta razón al Universo Espiritual se le llama "Interno" o "Esencial", por cuanto es el propio origen de las cosas, por llamarlo de alguna manera, ya que ni siquiera lo podemos medir o comprender, pero sí "sentir". ¿Dónde queda el concepto de Dios en todo esto? Dios, la divinidad suprema, mora en cada una de estas dimensiones o manifestaciones de Su Conciencia Cósmica, por cuanto toda la creación, forma parte de sus latidos estelares. Esta es la visión extraterrestre del Cosmos. Y es importante conocerla para comprender la crisis que empezó a afectar al Universo Material.
CRÓNICA DE UN ESTANCAMIENTO ESTELAR
CAPITULO 2
Entendiendo esto, pasamos a explicar que este Universo Material ha tenido muchas creaciones. Es un universo que tiene principio y por ende tendrá fin. Ahora, es un universo finito pero sin límites. Como una esfera. Las primeras civilizaciones que surgieron en esta última gran creación fueron teledirigidas, fueron guiadas por seres ultraterrestres del universo mental. Estas entidades actuaron como apoderados de estos entenados, de estos instruidos que eran los primeros en aparecer en este universo material. Estas primeras civilizaciones comenzaron a ayudar a otras que venían detrás y así sucesivamente en una larga cadena de solidaridad. Aclaremos que los seres del universo mental, como los ángeles, no tienen una evolución como la nuestra. Su evolución no es por mérito como el caso nuestro, sino por tiempo de servicio. Como son seres que han sido creados dentro del universo mental son seres muy mentales que saben por conocimiento de adónde viene la cosa y para dónde va. O sea, no pueden desviarse ni a derecha ni a izquierda. Por así decirlo, diríamos que son seres un tanto cuadriculados o enmarcados que para evolucionar requieren que el universo material evolucione y los ayude o los promueva a alcanzar niveles superiores, como el universo espiritual. Consecuencia de un orden mental En un momento dado de la creación, estas civilizaciones del universo material que recibieron el apoyo de seres del universo mental, alcanzaron niveles de evolución tan elevados que no pudieron evolucionar más. Aquellos que alcanzaron la tercera, la cuarta, la quinta, la sexta dimensión de la conciencia que iban ayudando a otros a pasar de tercera a cuarta, de cuarta a quinta, de pronto... se estancaron. Como dice el dicho, "partida de caballos, parada de borricos", pues empezaron muy rápido, con mucho entusiasmo, con un desarrollo muy auspicioso, pero precisamente, por haber recibido tanto en tan poco tiempo y sin mucho esfuerzo ya que siempre fueron guiados y teledirigidos, no pudieron por sí solos llegar a ser mejores de lo que eran produciendo un estancamiento en la evolución. Un estancamiento en un universo dinámico como el nuestro, en donde todo siempre está en movimiento, era algo bastante peligroso. Esto obligó a que los seres del universo mental se reunieran en una especie de concilio y trataran de discernir en qué ellos habían fallado.
EL CONCILIO DE LOS HELLEL
CAPITULO 3
Una vez los ultraterrestres reunidos en el "concilio", uno de ellos, el legendario Lucifer, Lug o Luzbel, planteó que el problema era haberle dado demasiada información, haber facilitado demasiado el acceso al conocimiento en muy poco tiempo a civilizaciones del Universo Material. El error había sido precisamente que se les había instruido de acuerdo a la mentalidad de estos seres del Universo Mental. O sea, muy mentales, lo cual hizo que ninguna civilización alcanzara la séptima dimensión de la conciencia. El séptimo vehículo que todos tenemos es la Esencia. Entonces, para llegar a tener contacto con la Esencia, con el plano de la conciencia espiritual, se tendría que acceder a través de una actitud muy espiritual que no la habían podido enseñar los seres del Universo Mental por ser muy mentales. Mas bien es todo lo contrario. Ellos tienen que aprenderlo de nosotros, porque no hay nadie por muy sabio que sea que no tenga algo que aprender, y nadie por muy humilde que sea que no tenga algo que enseñar. Haber recibido directamente el conocimiento, abundante información, volvió a ciertas civilizaciones del Universo Material, como los oriones, muy apegados al avance tecnológico y filosófico que habían conseguido, al punto de volverse agresivos y violentos si se sentían amenazados, tanto ellos como sus principios o sus logros científicos ; este excesivo celo, sería más tarde el caldo de cultivo para que se generasen violentos enfrentamientos estelares o batallas cósmicas extraterrestres. El proyecto de Libre Albedrío Sobre la base de todo esto, y ahora en marcha el proyecto de crear una humanidad nueva que por mérito propio pudiese alcanzar lo que sus hermanos mayores no consiguieron, el Concilio de los Helell pensó que sería oportuno colocar un grupo de entidades mentales en el universo material que actuaran como entidades disociadoras, dificultando al máximo el acceso a información. Estas entidades, llamadas "demonios", tendrían esto como función; no eran ni buenas ni malas. Solamente vendrían a fastidiar la vida, a complicar las cosas y a mayor complicación, habría mayor esfuerzo por parte de las civilizaciones materiales y esto reestablecería la dinámica interrumpida. No obstante, otros seres del Universo Mental consideraron que no se podían cambiar las reglas del juego el libre albedrío en discusión por ser aplicado a una "humanidad nueva" y no en las ya existentes civilizaciones extraterrestres cuando ya el partido está comenzado. Imaginemos, por ejemplo, qué pasaría si faltando quince minutos para que termine el juego, el árbitro decide que no se juegue más con arqueros porque el partido está empatado o, si a un alumno de una escuela militar que tiene una disciplina rígida, una estructura mental muy limitada, en un claustro que no es mixto, faltando un año para graduarse lo sacamos de ahí y lo mandamos a un colegio mixto, que no es internado, que no tiene nada de disciplina..., lo más probable es que naufrague. Si se han de cambiar las reglas del juego, si se ha de experimentar buscando alternativas nuevas, se tenía que experimentar sobre civilizaciones nuevas que todavía no habían surgido o que recién habían comenzado. Eso fue lo que sugirieron otros seres del Universo Mental. A Lucifer o Luzbel no le satisfizo esta modificación o contrapropuesta porque significaba dejar de lado a sus entenados como los seres de Orión , a aquellos que habían recibido la instrucción de parte de ellos para darle la oportunidad a unos advenedizos, a civilizaciones nuevas, para que de pronto en muy poco tiempo alcanzaran niveles de evolución muy elevados que no solamente se equipararan a los alcanzados por los que ellos habían entrenado, sino, que incluso podrían superarlos, marcarles la pauta y enseñarles. La Rebelión de Luzbel Nos preguntamos ante esto, ¿cómo seres del Universo Mental, de una dimensión tan elevada, podrían caer en ese juego de la soberbia, de la falta de humildad? Es cierto, cuando uno más alto está, difícilmente se cae. Pero si se cae, se cae y "aporrea" fuertemente. Así, a Lucifer no le agradó la contrapropuesta y no le agradó, de ninguna manera, que se llevara esto a cabo. Al rebelarse contra la idea, Luzbel se distanció del Plan propuesto por los otros y sin querer se convirtió en ese "demonio" que se buscaba para generar las trabas que dificultaran el acceso a la información para las nuevas civilizaciones, que se crearían como alternativa o puente de rescate para las estancadas. Parte de este drama cósmico, sintetizado de alguna u otra manera en la rebelión de Luzbel ante la decisión del Concilio de los Helell que no compartía, llevaría a "El que porta la Luz" significado latín de "Lucifer" a influenciar a civilizaciones extraterrestres del Universo Material en contra del Plan Cósmico y, como consecuencia, en contra de la humanidad nueva que muy pronto aparecería.
EN BUSCA DEL PLANETA UR
CAPITULO 4
Nuestra galaxia, la Vía Láctea, tiene alrededor de cuatrocientos mil millones de estrellas o de soles como el nuestro. Hay estrellas azules, estrellas rojas, amarillas, o blancas. Estos colores dependen de su antigüedad y de su composición. La mayoría de los sistemas son binarios y trinarios, o sea, la mayoría de los sistemas solares no tienen una sola estrella como el nuestro, sino que tienen dos o tres soles. Así pues, sistemas solares como el nuestro en la Vía Láctea son aproximadamente cien mil millones y galaxias como la nuestra han sido calculadas por los astrofísicos en unas cien mil millones de galaxias. Cien mil millones de galaxias por cien mil millones de sistemas solares... pensar que solamente hubiera vida en nuestro planeta... Nuestra galaxia no es una galaxia principal. Es una galaxia satélite. Así como nuestro planeta Tierra gira en torno al sol, todo el sistema gira en torno al centro de la galaxia. La rotación alrededor del centro de la galaxia gira cada 260 millones de años. Decíamos que nuestra galaxia es una galaxia satélite, que gira junto con otras siete más en torno a una galaxia principal que es la M31 o más conocida por todos, como Andrómeda, que se encuentra a dos millones de años luz de distancia de nosotros (Un año luz son 9614 billones de kilómetros). Científicamente, los astrónomos involucran un grupo de 20 galaxias aproximadamente en torno a Andrómeda como parte del llamado "Grupo Local". Sin embargo, lo extraterrestres tienen en cuenta ocho galaxias en torno a Andrómeda para definir el sector estelar que compromete el desarrollo del Plan Cósmico. Fue precisamente este grupo local el seleccionado para llevar a cabo el proyecto donde surgiría una humanidad en un tiempo diferente, en un tiempo desfasado, una humanidad con un potencial psíquico capaz de abrir puertas hacia otras dimensiones; una humanidad con un potencial de Amor y de Fe que le permitiera abrir la puerta hacia el plano de la Conciencia de la Esencia o Espiritual y que sirviera como un puente de comunicación entre el Universo Material y el Universo Espiritual, todo ello representado en la estrella de seis puntas, que simboliza que así como es arriba, así es abajo; la síntesis entre lo espiritual y lo material. Mundos de un aura azul Entonces, en este Grupo Local, cuatro de las nueve galaxias fueron seleccionadas. Dos planetas de cada una de esas cuatro galaxias. A esas galaxias llegaron seres de este Universo Material y de alto grado de evolución para llevar a cabo la propuesta emanada del Universo Mental. Seleccionaron a ocho planetas de categoría UR que sólo se presentan en los sistemas solares de una sola estrella. La Tierra es un planeta UR. Esto significa que son planetas inestables, sensibles, que su misma inestabilidad hace que los seres que vivimos en él, seamos tan inestables como el planeta mismo, pero también si nosotros logramos estabilizarnos o equilibramos, podemos equilibrar y armonizar al planeta. Entonces, la Tierra es un planeta UR de aura azul; un planeta inestable pero con un potencial para un desarrollo superior que permite una variedad de vida, de mega flora y de fauna inigualable. En otras palabras, la Tierra era uno de los ocho escenarios para que creciera una humanidad corregida y mejorada de los autores. En La Biblia, en los Salmos, se afirma: "porque el Hombre fue creado poco menos que un ángel para sentarse al lado de Dios", cosa que a los ángeles no les resulta tan fácil lograr antes que lo consiga el Hombre. Desde el momento en que el planeta estaba en enfriamiento ya venían los seres extraterrestres, por cuanto el tiempo para ellos no está pasando de igual manera que para nosotros. Para nosotros, pasan cientos de años, y para ellos fue "el año pasado". Estarían presentes en la Era Primaria, en la Era Arcaica, en la Era Secundaria, cuando la Tierra tenía una corteza muy frágil y se hallaba en pleno desarrollo. Pero, ¿quiénes eran aquellos visitantes? ¿Cómo estaban organizados? ¿Quién les dirigía?
LA JERARQUIA GALÁCTICA
CAPITULO 5
Los extraterrestres nos dicen que nuestra galaxia, la Vía Láctea, tiene un gobierno compuesto por 24 seres a los que ellos llaman Los 24 Ancianos de la Galaxia. Esos 24 seres no representan a 24 civilizaciones sino a la evolución misma. Todos los mundos más evolucionados en capacidad de ayudarse a sí mismos y a ayudar a otros que están en vía de evolución se encuentran regidos bajo la supervisión de estos 24 seres. Los 24 Ancianos tienen participación en el Consejo de los Nueve de Andrómeda, formando así una especie de Concilio de 33 miembros que representan a la "Gran Hermandad Blanca de la Estrella". El Consejo de los Nueve, constituido por un representante de cada una de las nueve galaxias de nuestro Universo Local, está formado por: Alcim, Gonamar, Leteon, Olmax, Oracel, Ralbot, Sagñac, Sullantes y Sumesla. Por debajo de la Gran Hermandad Blanca de la Estrella se encuentran: Los Ingenieros Genéticos o Sembradores de Vida En La Biblia se les denomina, Elohim. Son razas extraterrestres la mayoría de ellas concentradas en las estrellas pléyades que tienen un avance tecnológico asombroso, y que les permite actuar como "Arquitectos de Planetas" o como sembradores de patrones de vida, teniendo la facultad de modificar físicamente la estructura de las criaturas. Poseen también la facultad científica de manipular concientemente el concepto de "tiempo". Los Guardianes y Vigilantes Constituyen el "brazo derecho de la Confederación". Se encargan de velar por la protección de mundos que se encuentran en vías de evolución, como la Tierra, evitando la intromisión de civilizaciones extraterrestres que esgrimen intenciones bélicas o de colonización, o, inclusive, estudios científicos no autorizados por el orden establecido desde la Confederación de Mundos de la Galaxia. Generalmente, los Guardianes y Vigilantes poseen bases orbitales próximas a los planetas en observación o bajo "cuarentena", siendo el caso propio de la Tierra, que es vigilada desde una estación espacial denominada "Celea", y que se encuentra oculta tras la Luna. Los Instructores o Guías Son los que están más cerca de nosotros. Su función es orientar misiones de ayuda planetaria, como la Misión RAHMA, para motivar el despertar de conciencia de la raza humana y prepararla para el Tiempo Nuevo. Los Guías pasarían por un periodo de adiestramiento para comprender la forma de vida que asistirán. Esta preparación, involucra un estudio profundo de la cultura-objetivo, y la forma más adecuada de llegar a estas razas. En el caso concreto de la Tierra, los Instructores se formaron en una suerte de "universidades espaciales", donde no sólo profundizaron los conceptos de la cultura terrestre, sino que estudiaron también el mecanismo más viable de comunicación, y que motivaría el despertar progresivo de facultades dormidas en el hombre: la telepatía. Por ello, los Instructores o Guías, a pesar de ya poseer esta facultad, fueron entrenados como Doctores Mentales, y así poder operar efectivamente en un mundo de energías movilizadas como la Tierra. Todos ellos los seres del Universo Material fueron los que recibieron el encargo de venir a acelerar el proceso de la vida para que se crearan las condiciones para que con el tiempo surgiera vida inteligente en nuestro planeta.
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