EXTRACTO DEL LIBRO:

Tomemos el caso del crecimiento de un árbol en el plano físico y comparémoslo con el crecimiento del alma en los planos espirituales:

(1) Cuando se siembra la semilla en un suelo adecuado y las fuerzas naturales empiezan a actuar sobre ella, germina y comienza a crecer, bajo la acción de la luz solar, del aire, etc.,
sobre la superficie de la tierra y del agua, los minerales, etc.,
debajo de la superficie de la tierra.
Absorbe nutrimentos de la atmósfera mediante las hojas y del suelo mediante las raíces. Análogamente,
la semilla del alma humana es sembrada en el suelo de los planos inferiores cuando se forma el cuerpo causal y el Espíritu, o rayo del Primer Logos o Tattva-Shiva desciende en ella y le hace iniciar su largo ciclo de evolución y desarrollo.
El alma desciende sucesivamente a los tres planos inferiores y crece sostenidamente, como resultado de las experiencias que gana en el exterior y del desarrollo de sus facultades potenciales en su interior.

(2) Cada año, en el otoño, el árbol pierde su follaje,retrae su savia en el tronco y absorbe el nutrimento extra que ha absorbido durante el año.
Llega entonces la primavera, el árbol recobra un nuevo follaje y todo el ciclo se repite muchas veces. Del mismo modo, cuando finaliza una encarnación,
el alma se desprende de sus tres cuerpos inferiores, uno tras del otro, retrae la esencia de sus experiencias durante su última encarnación en su cuerpo causal y la asimila para su crecimiento y desarrollo de facultades potenciales.
Cuando este trabajo se ha completado, el alma desciende otra vez a los mundos inferiores con facultades y poderes adicionales,
y el ciclo de reencarnación se repite del mismo modo. 

(3) Cuando el árbol madura, comienza a florecer y forma semillas, que luego sembradas en el suelo originan árboles de la misma especie y este proceso de proliferación es interminable.
Análogamente, cuando un alma alcanza la madurez espiritual de un Logos Solar, vemos el proceso de proliferación reproduciéndose a nivel espiritual.
Innumerables Mónadas emergen con el Logos Solar y comienzan a evolucionar en el campo del sistema solar que EL provee.
Lo mismo ocurre, en una escala más limitada y a un nivel muy inferior, con el cuerpo físico, que comienza a proliferar en cuanto alcanza su madurez,
proveyendo así nuevos vehículos físicos para la encarnación de otras almas.

I.K. TAIMNI

El profesor I. K. Taimni, nacido y muerto en la India, fue por muchos años profesor de Química en la Universidad de Allahabad,
en donde se especializó en la dirección de las investigaciones sobre esa materia.
En vida publicó una amplia serie de libros sobre yoga Tratado,
síntesis de Vedanta y Esotersimo,
en que se estudian los tres elementos centrales de la vida y sus relaciones recíprocas:
El Hombre, Dios y el Uniiverso.
Se trata una de las obras que el Teósofo y hombre de Ciencias indo escribió,
a partir de su profunda versación en la escuela de filosofía Vedanta Advaita,
en relación con la naturaleza primordial (espiritual) del ser humano,
de la deidad solar y universal y del cosmos mismo.
Enorme ensayo sobre los tópicos tan familiares a la mentalidad inda, que espiritualiza e iealiza cada aspecto y todos, de la existencia macro y microcósmica.
Saludable acercamiento de una de las escuelas de pensamiento trascendental más importantes de la gran nación de Oriente y el Esoterismo de la Teosofía Moderna,
aportando una visión plausiblemente razonada exenta de tecnicismos esotéricos para intentar una explicación acorde a nuestra actual visión de la Vida,
en relación con los temas nucleares en la existencia de un librepensador.
Eso sí, como en todas sus obras, la referencia a la nomenclatura sánscrita proveniente de la Vedanta y la Yoga,
es muy abundante, aunque por lo general sus trabajos incluyen un breve glosario al final para facilitar y allanar su interpretación.
Empleando el modelo teórico de las Ciencias -él era un químico prestigioso-, Taimni ensaya, no eludiedo el escoger ejemplos de carácter técnico y material para ilustrar, conforme a la superior Ley de Analogía, cada aserto de su obra.
Escritura clara y sistemática, de gran profundidad y nunca errática ni excesivamente idealista, todas razones por las cuales tópicos tan inmensos como los que trata en la obra se vuelven ampliamente inteligibles para todo tipo de lectores.
Algunos han visto en esta obra un intento por traducir La Doctrina Secreta de H. P. Blavatsky al esquema de la visión vedantina.


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